Este es el nuevo vídeo electoral de Juventudes Socialistas de Huelva, un video grabado como un corto de cine, en el que participan compañeros como actores, y que pretende animar a los jóvenes de Huelva a ir a las urnas masivamente el próximo domingo 9 de marzo. Porque en nuestra mano está poder seguir cambiando España y Andalucía. Que nadie decida por tí. Tu futuro está en tus manos.
No es lo mismo
Porque no es lo mismo votar que no votar, porque no es lo mismo el PSOE que el PP, porque no es lo mismo la Derecha que la Izquierda, porque no es lo mismo votar a Zapatero que votar a Rajoy...
100% Programa electoral CUMPLIDO
Podéis ver desde hoy el nuevo vídeo de campaña de Juventudes Socialistas de Huelva. Por primera vez en la historia de la democracia un candidato a la Presidencia del Gobierno se presenta con el cien por cien del programa elctoral cumplido.
Rajoy, Rouco y la dislexia moral
Las últimas tropelías cometidas y expresadas por la Conferencia Episcopal Española, que ha decidido entrar como un elefante en una cacharrería en plena precampaña electoral, hace que los demócratas como la gran parte de los españoles y las españolas, por cierto, muchos de ellos y ellas también cristianos, hayamos retrocedido en el tiempo algunas décadas en las que llevar el báculo y la mitra era sinónimo de apoyo a la dictadura y la represión.
Este apoyo expreso y directo al PP para estas elecciones los sitúa (aunque bien es cierto que nunca estuvieron en otro sitio) al lado de la derecha más radical, rancia, desigualitaria y antisolidaria de nuestra reciente historia democrática. Ellos han decidido exhibir esa libertad de expresión que nuestro sistema les asegura a todos los ciudadanos para orientar el voto cristiano a la derecha que representa Rajoy. Y es justo decir que no los hace más demócratas ahora el hecho de envolverse con la bandera de la libertad de expresión a unos señores que durante 40 años apoyaron a una dictadura que reprimía y anulaba derechos tan básicos como éste a millones de españoles.
Pero ahora me surgen varias preguntas que inundan mi conciencia y que me gustaría que algún miembro de esta horda de obispos me contestara. Porque ¿no es poco coherente que unos que no son capaces, no ya de apoyar las libertades y la democracia en nuestro país, sino de hacerlo precisamente en el seno de su propia organización, vengan ahora a darnos a nosotros lecciones de libertad y democracia? ¿No sería mejor que empezaran por democratizar su propia institución? ¿Os imagináis una Iglesia católica dónde las mujeres pudieran ser sacerdotes?, ¿o dónde todos éstos tuvieran la opción de elegir al Papa?, o mejor, ¿qué la elección del Papa se hiciera por sufragio universal entre todos los cristianos?, porque no hace falta recordar que Ciudad del Vaticano es el único estado europeo donde no se celebran elecciones democráticas. Entonces no sólo serían por fin creíbles, sino que con seguridad, llegarían a mucha más gente y conseguirían parar ese desangramiento que sufre la Iglesia Católica de creyentes que no se sienten representados por una jerarquía cada vez más escorada hacia el absurdo.
Mientras este país avanza hacia la igualdad de derechos para todos y todas, hacia el bienestar de las familias sean como sean, hacia el aconfesionalismo del Estado, Rajoy, Rouco y sus obispos siguen instalados en una dislexia moral que los aleja de los ciudadanos y los sitúa al lado de la España en blanco y negro que da miedo y que nos recuerda a 40 años de dictadura de terror, muerte y falta de libertades.
Este apoyo expreso y directo al PP para estas elecciones los sitúa (aunque bien es cierto que nunca estuvieron en otro sitio) al lado de la derecha más radical, rancia, desigualitaria y antisolidaria de nuestra reciente historia democrática. Ellos han decidido exhibir esa libertad de expresión que nuestro sistema les asegura a todos los ciudadanos para orientar el voto cristiano a la derecha que representa Rajoy. Y es justo decir que no los hace más demócratas ahora el hecho de envolverse con la bandera de la libertad de expresión a unos señores que durante 40 años apoyaron a una dictadura que reprimía y anulaba derechos tan básicos como éste a millones de españoles.
Pero ahora me surgen varias preguntas que inundan mi conciencia y que me gustaría que algún miembro de esta horda de obispos me contestara. Porque ¿no es poco coherente que unos que no son capaces, no ya de apoyar las libertades y la democracia en nuestro país, sino de hacerlo precisamente en el seno de su propia organización, vengan ahora a darnos a nosotros lecciones de libertad y democracia? ¿No sería mejor que empezaran por democratizar su propia institución? ¿Os imagináis una Iglesia católica dónde las mujeres pudieran ser sacerdotes?, ¿o dónde todos éstos tuvieran la opción de elegir al Papa?, o mejor, ¿qué la elección del Papa se hiciera por sufragio universal entre todos los cristianos?, porque no hace falta recordar que Ciudad del Vaticano es el único estado europeo donde no se celebran elecciones democráticas. Entonces no sólo serían por fin creíbles, sino que con seguridad, llegarían a mucha más gente y conseguirían parar ese desangramiento que sufre la Iglesia Católica de creyentes que no se sienten representados por una jerarquía cada vez más escorada hacia el absurdo.
Mientras este país avanza hacia la igualdad de derechos para todos y todas, hacia el bienestar de las familias sean como sean, hacia el aconfesionalismo del Estado, Rajoy, Rouco y sus obispos siguen instalados en una dislexia moral que los aleja de los ciudadanos y los sitúa al lado de la España en blanco y negro que da miedo y que nos recuerda a 40 años de dictadura de terror, muerte y falta de libertades.
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